Hace 17 años Jeremy Araya se aventuró en el mundo del fútbol y ahora es el mediocampista del equipo que recién subió a primera división Grecia, inició con unas selecciones regionales en San José, donde fortaleció su pasión por el deporte, sin embargo fue tiempo después que se abrió paso profesionalmente cuando personeros del Saprissa lo buscaron para que fuera parte de las ligas menores de la institución.“En el año 2001 firmé con Saprissa y estuve todas las ligas menores, hasta el 2011 cuando jugué 90 Minutos por la Vida y luego me mandaron de préstamo a Orión donde estuve una temporada, y volví a Saprissa, sin embargo me apareció una oportunidad para jugar en el Salvador” mencionó Araya.Durante su paso por El Salvador, Jeremy, tuvo que convivir con grupos Maras del país, así como llegar sin saber si iba a ser contratado, ya que el entrenador tenía que ver su desempeño para tomar la decisión.
“Desde que llegué a El Salvador fue una experiencia religiosa, ya que no me mandaron los boletos aéreos entonces tuve que irme en bus, y ese día había tortuguismo en la frontera de Honduras y duré más de 24 horas en cruzar. Y mi permiso para trabajar llegó casi siete fechas después que fue cuando debuté y anoté” dijo el joven de 28 años.
A pesar de las circunstancias en El Salvador, el actual mediocampista de Grecia, no perdió la esperanza, y se apoyó en su familia ya que asegura que ellos nunca lo abandonan y siempre tienen una palabra de aliento que lo motiva a seguir trabajando.
Además asegura que su familia es bastante futbolera ya que su hermano mayor José, también fue parte de las ligas menores de Saprissa.
“Mi hermano mayor José, jugó mucho tiempo futbol y mi papá es el más apasionado y fiebre para ese deporte, además es crítico y el aficionado número uno que tenemos; yo le pedía permiso para ir a jugar con mi hermano y no me dejó hasta que terminé los estudios” agregó el vecino de Desamparados.
Jeremy es pieza clave en la escuadra de Grecia ya que en el primer partido para ganar la final del Torneo de Clausura anotó un penal, y además en el partido de vuelta contra Jicaral, también hizo un gol desde el punto de pena máxima, lo cual lleno de motivación al grupo para lograr remontar.
Jeremy es pieza clave en la escuadra de Grecia ya que en el primer partido para ganar la final del Torneo de Clausura anotó un penal, y además en el partido de vuelta contra Jicaral, también hizo un gol desde el punto de pena máxima, lo cual lleno de motivación al grupo para lograr remontar.
“Es una responsabilidad muy grande ya que todos están confiando en uno, recuerdo que uno de mis compañeros antes de tirar el penal me abrazó y me dijo 'no lo quiero presionar pero tiene que anotarlo', en ese momento sabíamos que habíamos sido campeones del torneo, pero si no ganábamos no valía de nada ya que no lográbamos el ascenso, entonces en ese momento es cuando uno tiene que estar tranquilo y confiar mucho en Dios”, detalló.
Desde el 2015 Araya no jugaba en primera división, por lo que el ascenso lo llena de mucha alegría, y con sus ojos llenos de un brillo especial cuenta que desea dar lo mejor de sí ya que es una responsabilidad muy grande y se prepara de la mejor manera para volver a jugar en las grandes ligas para que su equipo se gane el respeto de toda la afición.
Jeremy, divide su tiempo entre los entrenamientos y la barbería y spa Sport Barbers Spa que inauguró hace pocos meses, con ayuda de su amigo de infancia y ahora socio Gustavo Peña.
“Existen muchos productos para el cuidado del deportista, hacemos faciales, quitamos puntos negros, depilaciones con cera, quitamos cayos, también hacemos masajes, cejas y también cortes de cabello tanto para hombres como para mujeres, sin embargo no somos esa barbería tradicional, tenemos futbolines, canchas de básquet y de pique uno, entonces todo gira en torno al deporte” explicó.
Araya detalla que a pesar de que el futbol es su pasión, las ganas por tener el negocio propio y las limitaciones que se le presentaron luego de pasar de primera división a segunda y andar por diversos equipos lo motivó a buscar otra fuente de ingreso para no depender solo del fútbol.
Jeremy es padre de dos hijos Matías y Sofía y esta consiente que en un futuro va a tener que retirarse de las canchas por lo que debe pensar en la estabilidad de sus hijos así como inculcarle los valores de luchar por lo que se quiere sin importar las circunstancias.
Para el desamparadeño, la Asociación de Jugadores Profesionales de Futbol (Asojupro) es una institución que ha crecido mucho y es miembro desde sus inicios, y menciona que fue aquí donde aprendió a ahorrar, además recalca la importancia de tener una institución que vele por los derechos de los futbolistas en Costa Rica.